Diferencia entre matrimonio y pareja de hecho
Si te estás planteando formalizar tu relación y quieres entender bien cuál es la diferencia entre pareja de hecho y matrimonio en España, este artículo te va a ser de gran ayuda.
Con toda la información que verás aquí, podrás tomar una decisión formada sobre el tipo de unión que se adapta mejor a tus necesidades y estilo de vida.
Lo cierto es que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de parejas de hecho no ha dejado de aumentar en los últimos años. Aun así, este tipo de unión es menos conocida y más confusa para muchos, sobre todo en comparación con el matrimonio.
No existe una ley para las parejas de hecho en España
Además, hay que tener en cuenta un detalle importante: no existe una ley estatal única para las parejas de hecho en España, lo que significa que cada comunidad autónoma tiene sus propias normativas y reglas. Así que, según la comunidad en la que residas, los derechos y obligaciones pueden variar considerablemente.
Dicho esto, vamos a resolver tus dudas y explicarte las principales diferencias entre matrimonio y pareja de hecho, con todos los detalles que necesitas conocer para tomar una decisión que encaje en tu situación personal y en tus planes de vida. ¡Recuerda que esta decisión es tuya, y solo tú puedes elegir la forma en que quieres que sea tu relación!
¿Qué es una pareja de hecho?
Empecemos con lo básico: ¿sabes exactamente qué implica ser una pareja de hecho?
Aunque es un concepto cada vez más común, no todos lo tienen claro. A diferencia del matrimonio, la pareja de hecho tiene importantes diferencias jurídicas y económicas que afectan a las personas que deciden formalizar su relación a través de este tipo de unión.
Para empezar, el matrimonio está regulado por el Código Civil español, una normativa de ámbito estatal. Según el artículo 44, se define como “la unión estable y permanente de dos personas del mismo o diferente sexo”.
En cambio, el Tribunal Supremo explica la pareja de hecho como “la unión libre, pública y estable de dos personas, independientemente de su orientación sexual, que mantengan una relación afectiva análoga al matrimonio y sin vínculo matrimonial entre sus miembros”. Esto es esencial para entender los distintos derechos y limitaciones entre ambas opciones.
Requisitos para ser pareja de hecho
Ya conoces los trámites básicos para casarse: expresar consentimiento, presentar acreditación legal y contar con dos testigos. Ahora, para ser pareja de hecho en España, es importante recordar que los requisitos varían según la comunidad autónoma, pero en términos generales incluyen:
- Ser mayor de edad.
- No estar casado/a en el momento de la solicitud.
- No tener parentesco directo (consanguinidad hasta el tercer grado).
- Haber convivido juntos al menos dos años (aunque en algunas comunidades basta con uno).
- Empadronamiento en la comunidad autónoma de residencia (al menos uno de los dos debe cumplir con este requisito).
También es necesario que ambos miembros de la pareja se presenten ante el Registro de Parejas de Hecho, acompañados de dos testigos, y expresen su consentimiento de manera voluntaria.
Régimen económico: diferencias entre matrimonio y pareja de hecho
Una diferencia significativa entre matrimonio y pareja de hecho se encuentra en el régimen económico. En un matrimonio, la pareja puede elegir entre varios regímenes, como el de separación de bienes, sociedad de gananciales o régimen de participación. Por defecto, en la mayoría de las comunidades autónomas, el matrimonio se rige por la sociedad de gananciales, aunque en lugares como Cataluña se sigue la separación de bienes como opción predeterminada.
Para las parejas de hecho, sin embargo, el régimen económico es completamente voluntario. Esto significa que puedes establecerlo en una notaría, pero no es obligatorio. Si decides no pactar ningún régimen, no tendrás la posibilidad de establecer uno más adelante. Esta libertad de elección es una ventaja para algunos, pero también implica que es fundamental decidirlo desde el principio.
Disolución de una pareja de hecho y matrimonio
En el matrimonio, la disolución puede darse a través de un proceso de divorcio o por fallecimiento de uno de los cónyuges. Sin embargo, durante los primeros tres meses, una de las partes puede solicitar la disolución sin necesidad de causa.
En cuanto a la pareja de hecho, el proceso es algo diferente. Además de la disolución por fallecimiento, existen otros supuestos como el mutuo acuerdo (con inscripción en el registro), la decisión unilateral de uno de los miembros, o una separación de hecho de al menos seis meses. También, si uno de los miembros contrae matrimonio, la pareja de hecho se considera disuelta automáticamente.
5 diferencias clave entre pareja de hecho y matrimonio
Estas diferencias te ayudarán a decidir cuál de estas uniones es más conveniente para ti:
Pensión compensatoria
En el matrimonio, la persona que no trabajó durante la unión tiene derecho a solicitar una pensión compensatoria en caso de separación o divorcio. En el caso de la pareja de hecho, esto es mucho más complicado y costoso, pues requiere un procedimiento civil ordinario.
Pensión de viudedad
Los cónyuges tienen derecho a esta pensión sin importar la duración del matrimonio. Para las parejas de hecho, este derecho solo aplica si la pareja llevaba al menos dos años registrada y cinco años de convivencia. Además, el cónyuge sobreviviente debe cumplir ciertos requisitos económicos.
Derecho a heredar
En el matrimonio, el cónyuge sobreviviente tiene derecho al usufructo del tercio de mejora. Las parejas de hecho, sin embargo, no tienen este derecho automático, por lo que se recomienda hacer un testamento que respete los derechos de los herederos legítimos.
Fiscalidad
Los matrimonios pueden presentar su declaración de la renta de forma conjunta. En las parejas de hecho esta opción no existe, ya que, fiscalmente, se consideran personas solteras.
Disolución en caso de hijos en común
Cuando una pareja de hecho con hijos se separa, las medidas relativas a la unidad familiar se tratan en un proceso de medidas paternofiliales, diferente del proceso de divorcio. Si no existe acuerdo entre ambos, se recurrirá a un juicio para establecer los términos de la custodia, manutención y uso de la vivienda familiar.
Con toda esta información, podrás analizar con mayor claridad y elegir qué opción se ajusta mejor a tus necesidades y expectativas.
¿Te apetece que hablemos?
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